El viaje de Daniel Ricciardo en la Fórmula 1 ha llegado a un abrupto final, ya que RB confirmó que el australiano no completará la temporada 2024, con la estrella en ascenso Liam Lawson reemplazándolo en las seis carreras restantes junto a Yuki Tsunoda.
La salida de Ricciardo se produce tras la creciente especulación durante el fin de semana del Gran Premio de Singapur, donde el paddock zumbaba con rumores de que su segunda etapa con el equipo con sede en Faenza podría ser la última. A pesar de los esfuerzos por demostrar su valía, Ricciardo luchó por superar consistentemente a Tsunoda, terminando 10 puntos detrás y siendo superado en calificaciones en 12 carreras esta temporada.
Reflexionando sobre su partida, Ricciardo admitió que la creciente dificultad para competir al más alto nivel podría ser una señal de que la edad lo ha alcanzado. «No voy a reiniciar mi carrera,» reconoció Ricciardo, insinuando los desafíos de mantener un rendimiento óptimo en sus 30 años en comparación con sus primeros días en el deporte.
“Definitivamente era más fácil para mí cuando tenía 25 años en lugar de 35. Además, la competencia se está volviendo más fuerte. Los simuladores son mejores, y los jóvenes pilotos ahora tienen acceso a todas las grabaciones en onboard, lo que les permite estudiar y elevar su nivel de competencia.”
Ricciardo, quien alguna vez prosperó como un competidor de élite, ocupando el tercer lugar en el campeonato en dos ocasiones con Red Bull, ha luchado por recuperar su antigua forma. Sus intentos de asegurar un asiento en el equipo senior de Red Bull han sido infructuosos, y el australiano ha admitido abiertamente que luchar en el medio del pelotón no es por lo que está en el deporte.
“Quiero asegurarme de dejar el deporte con buenos recuerdos y no acabar en un lugar donde solo se trata de esforzarse, siendo eliminado en Q1 cada fin de semana,» confesó Ricciardo. «Eso, obviamente, no es divertido.”
Reconociendo la realidad de su situación, Ricciardo declaró que su motivación dependía de demostrar que aún tenía lo necesario para competir por victorias con Red Bull. Sin embargo, con esa oportunidad ahora fuera de su alcance, cuestionó sus razones para permanecer en el deporte.
“Este año se trataba de intentar hacerlo lo suficientemente bien como para volver a Red Bull y luchar por victorias nuevamente. Sentí que no lo logré, así que tengo que preguntarme, ¿para qué más estoy quedándome en la parrilla?” reflexionó.
La partida de Ricciardo marca el final de una era para un piloto conocido por su feroz competitividad, personalidad carismática y victorias memorables. Al despedirse, Ricciardo deja atrás un legado de momentos emocionantes, pero también un recordatorio de la naturaleza implacable de la Fórmula 1, donde la competencia es feroz y los márgenes para el éxito son extremadamente estrechos.