El ascenso meteórico de Franco Colapinto y Oliver Bearman en la Fórmula 1 está demostrando la fuerza de los programas de academias de F1, según Bruno Michel, CEO de Fórmula 2 y Fórmula 3. A medida que estos jóvenes talentos continúan causando sensación en el automovilismo de élite, su éxito subraya la efectividad de las vías de desarrollo que los equipos han implementado.
Después de años de una parrilla de F1 estancada, el mercado de pilotos se abrió de par en par en 2024 con movimientos importantes, como la próxima transferencia de Lewis Hamilton a Ferrari para 2025. Esta sacudida permitió que nuevos talentos emergieran, con Colapinto y Bearman liderando la carga como destacados novatos.
La deslumbrante actuación debut de Bearman en Arabia Saudita, reemplazando a Carlos Sainz en Ferrari, le valió un contrato con Haas para 2025. Mientras tanto, la impresionante actuación de Colapinto reemplazando a Logan Sargeant en Williams ha suscitado discusiones sobre un posible préstamo de dos años a Sauber/Audi. La rápida adaptación de los jóvenes pilotos a la F1 ha sido nada menos que notable, con ambos sumando puntos al comienzo de sus carreras.
¿Pero qué impulsa el éxito de esta nueva generación? Todo se trata de las academias de F1. Colapinto, Bearman y otros novatos como Liam Lawson y Andrea Kimi Antonelli, todos han pasado por estos programas impulsados por los equipos, que les brindan más que solo apoyo financiero. Los pilotos de la academia obtienen experiencia invaluable trabajando con equipos de F1, desde simuladores y entrenamiento físico hasta habilidades mediáticas y aprendizaje de las complejidades de las operaciones de F1.
Michel explicó que las academias se han vuelto cruciales para el desarrollo de los jóvenes pilotos. “En F2, la mitad de la parrilla proviene de las academias de los equipos de F1, y en Fórmula 3, aproximadamente un tercio,” dijo. “Estas academias proporcionan a los pilotos apoyo financiero, pero lo más importante es que los preparan para estar listos para F1.”
La rápida aclimatación de Bearman y Colapinto a F1 ha demostrado que estas academias funcionan. Sus recientes actuaciones en Bakú, con Bearman asegurando un lugar entre los 10 primeros y Colapinto anotando sus primeros puntos, son testimonio de su preparación.
Michel enfatizó que no solo son las habilidades de conducción las que distinguen a estos jóvenes talentos. «Las academias brindan a los pilotos una ventaja en la gestión del complejo entorno de F1,” dijo. Desde manejar las presiones de los fines de semana de carrera hasta entender la dinámica del equipo y los sistemas técnicos, estos novatos están más preparados que nunca.
Mirando hacia el futuro, el porvenir de F1 parece brillante con sangre nueva ingresando al deporte. A medida que Colapinto, Bearman, Lawson y Antonelli entran en el centro de atención, está claro que las academias de F1 están desempeñando un papel fundamental en la formación de la próxima generación de estrellas de las carreras. Y el deporte es mucho mejor por ello.
Foto de la cuenta (X) de Ferrari