El presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, enfrenta una creciente presión tras la reacción negativa por la decisión de la FIA de prohibir a los pilotos usar lenguaje inapropiado en la radio del equipo durante el Gran Premio de Singapur. La normativa, introducida de manera abrupta antes del fin de semana de la carrera, ha desatado críticas generalizadas en el paddock de Fórmula 1, con pilotos y equipos cuestionando la practicidad y equidad de la medida.
La controversia alcanzó un punto álgido cuando Max Verstappen, campeón del mundo en tres ocasiones, fue multado por usar lenguaje inapropiado durante una conferencia de prensa. Verstappen, indignado por la penalización, respondió limitando sus respuestas a respuestas de una sola palabra durante todo el fin de semana. Su postura contra la decisión ganó apoyo de otros pilotos, incluido Lewis Hamilton, quien defendió a Verstappen y condenó la prohibición como poco realista dado la intensa naturaleza de las carreras.
A medida que la F1 se dirige al Gran Premio de Estados Unidos, se espera que el descontento con la decisión de la FIA crezca. Muchos pilotos argumentan que el uso de lenguaje inapropiado es una parte inevitable de la expresión de emociones crudas en el calor de la competencia, particularmente al correr a altas velocidades. La prohibición no ha encontrado apoyo de ningún piloto, y el consenso es que la FIA debería centrarse en filtrar las transmisiones de la radio del equipo en lugar de esperar que los pilotos se autocensuren en tiempo real.
Mientras Ben Sulayem se mantiene firme en la decisión por ahora, el presidente podría verse obligado a reconsiderar la prohibición a medida que la opinión pública y la presión desde dentro del deporte continúan aumentando. Sin un claro defensor de la normativa y con los pilotos listos para resistir con más fuerza en las próximas semanas, la FIA podría enfrentar un vergonzoso cambio de rumbo si no maneja la situación con tacto.
En última instancia, cómo Ben Sulayem y la FIA manejen este asunto será crucial para determinar su relación con los pilotos y la dirección de las decisiones futuras en el deporte. Las próximas semanas revelarán si la prohibición se mantendrá o será revocada bajo un creciente escrutinio.