Renault está elevando las apuestas en la carrera hacia un futuro neutro en carbono con su audaz nuevo coche conceptual, el Emblème, una fusión futurista de energía de hidrógeno y eléctrica. El gigante automotriz francés, que busca la neutralidad de carbono para 2040 en Europa y globalmente para 2050, está apostando por esta tecnología de tren motriz híbrido, decidido a demostrar al mundo que el hidrógeno todavía tiene un lugar en el futuro de la conducción sostenible.
El Renault Emblème es un ejemplo impactante de la ambición del fabricante de automóviles. Presentado como un shooting brake de hidrógeno-eléctrico, esta elegante camioneta es tan aerodinámica como futurista. Con un sorprendente coeficiente de arrastre de solo 0.25, el Emblème cuenta con un diseño radicalmente diferente de los modelos de producción actuales de Renault. También es masivo para un coche «compacto», extendiéndose a 189 pulgadas de longitud y solo 59.9 pulgadas de altura, dándole un perfil bajo y deportivo que insinúa tanto rendimiento como eficiencia.
Pero el verdadero espectáculo del Emblème está bajo el capó—o más bien, a lo largo de su carrocería. Renault ha integrado un paquete de batería de níquel-manganeso-cobalto (NMC) de 40 kWh con un sistema de celdas de combustible de hidrógeno que ofrece una autonomía de hasta 621 millas (1,000 kilómetros), permitiendo a los conductores «recargar» en estaciones de repostaje de hidrógeno en poco menos de cinco minutos. El sistema híbrido cambia ingeniosamente entre energía de hidrógeno y batería, haciéndolo tan conveniente como un vehículo de motor de combustión interna (ICE), pero con una huella ambiental significativamente menor.
El tanque de hidrógeno del coche tiene 2.8 kilogramos de hidrógeno, suficiente para aproximadamente 217 millas (350 kilómetros), mientras que la batería por sí sola puede cubrir alrededor de 187 millas (300 kilómetros), sumando una impresionante flexibilidad para diferentes condiciones de conducción. En la ciudad, el Emblème funciona principalmente con energía de la batería, manteniendo las emisiones al mínimo, mientras que la celda de combustible de hidrógeno se activa en viajes más largos para extender la autonomía y mantener la conveniencia.
Impulsando las ruedas traseras hay un motor eléctrico de rotor enrollado de 215 caballos de fuerza, que, de manera impresionante, no depende de materiales de tierras raras, alineándose con la misión de producción ecológica de Renault. Los ingenieros de la compañía han reducido cada kilogramo posible del vehículo, resultando en un peso en vacío de 3,858 libras (1,750 kilogramos), que es más ligero que muchos híbridos tradicionales o vehículos eléctricos, mejorando aún más su eficiencia.
Renault afirma que el Emblème reduce las emisiones en 90% a lo largo de su vida útil en comparación con coches de tamaño similar, representando un salto significativo en el diseño de vehículos sostenibles. El fabricante de automóviles planea presentar el Emblème al mundo en el Salón del Automóvil de París 2024 del 14 al 20 de octubre, donde finalmente se revelará el interior, ofreciendo una vista completa de este vehículo innovador.
El Emblème no es solo un coche conceptual—es la declaración audaz de Renault de que el futuro de la movilidad verde puede ser rápido, flexible y alimentado por más que solo electricidad. A medida que el mundo avanza hacia la sostenibilidad, Renault se está posicionando como un jugador clave en la transición, no solo con vehículos eléctricos, sino con la energía del hidrógeno en la vanguardia.