La temporada 2024 de NASCAR ha sido un camino difícil para el campeón de la Copa Series en dos ocasiones, Kyle Busch. A pesar de una actuación estelar en 2023 con tres victorias, el piloto del No. 8 de Richard Childress Racing ha luchado por conseguir una victoria este año. A medida que la temporada avanza sin una victoria, algunos críticos han culpado el estilo de conducción de Busch, sugiriendo que no se alinea con las exigencias del coche Next-Gen de NASCAR.
Pero Denny Hamlin, ex compañero de equipo de Busch en Joe Gibbs Racing, no se deja llevar por esa narrativa. Hamlin recientemente criticó lo que considera una excusa exagerada, insistiendo en que un piloto del calibre de Busch debería ser capaz de adaptarse a cualquier coche—Next-Gen o de otro tipo.
“Simplemente no creo que el estilo de Kyle Busch no se ajuste a este coche,” dijo Hamlin. “Como grandes pilotos, pueden resolverlo y adaptarse. Creo que hay otros factores en juego aquí. Durante los primeros años con el Next Gen, no ganó mucho con Joe Gibbs Racing, pero no creo que todo se deba a su estilo.”
¿El punto de Hamlin? Busch ha tenido casi tres años para adaptarse al coche Next-Gen, y a los ojos de Hamlin, un piloto del talento de Busch ya debería haberse adaptado. Según el ganador de tres Daytona 500, todos los pilotos, ya sean novatos o veteranos, necesitan evolucionar su estilo de conducción a medida que el deporte y sus coches cambian.
“Hay una curva de aprendizaje para todos nosotros,” reconoció Hamlin. “Pero ahora tiene suficientes carreras a su haber. Todos cambian su estilo. No se trata de que el coche no se ajuste a su estilo—se trata de adaptarse.”
Mientras Hamlin defiende la capacidad de Busch para adaptarse, también se está enfocando en sus propios desafíos. Hamlin tuvo una fuerte actuación en Kansas, y mientras se prepara para las próximas dos cruciales carreras de playoffs en Talladega y el Charlotte Roval, su estrategia es clara: ser agresivo y maximizar puntos.
“Voy a conducir según la capacidad de mi auto,” dijo Hamlin, refiriéndose a sus dificultades en Atlanta a principios de la temporada. “Mi auto estaba fuera de control en Atlanta hasta aproximadamente 50 vueltas para el final. Intenté competir, y casi choco. Así que hice lo que pude, y fue lo suficientemente bueno. Ahora, es momento de seguir adelante.”
A medida que Hamlin se prepara para enfrentar la intensa competencia en Talladega y Charlotte, sabe que no hay margen de error si quiere permanecer en la lucha por el campeonato. Ambas carreras serán críticas, y los fanáticos estarán observando para ver si el equipo No. 11 puede estar a la altura de la ocasión. En cuanto a Kyle Busch, la presión sigue para demostrar que su racha sin victorias se debe menos al estilo y más a las circunstancias.