Denny Hamlin no es ajeno a manejar la presión, y esta vez, la enfrenta tanto dentro como fuera de la pista. Mientras lucha por asegurar un lugar en el campeonato de la NASCAR Cup Series, el equipo 23XI Racing de Hamlin, copropiedad de Michael Jordan y Curtis Polk, se encuentra en medio de una intensa batalla legal con NASCAR. La demanda antimonopolio, presentada solo unos días antes de que Hamlin regrese a la pista en Talladega, acusa a NASCAR de prácticas anticompetitivas, falta de transparencia y control monopolístico sobre el deporte.
Pero Hamlin se mantiene firme. «Te preparas lo mejor que puedes y das lo mejor de ti el domingo», dijo Hamlin en Talladega. A pesar de la tormenta legal, el piloto de Joe Gibbs Racing está enfocado en avanzar en los playoffs, situándose 11 puntos por encima de la línea de corte. El piloto de 42 años enfatizó que su preparación y compromiso no han flaqueado, a pesar del caos que rodea la demanda.
La demanda, presentada el miércoles en Carolina del Norte, apunta al control de NASCAR sobre el deporte, destacando específicamente el Acuerdo de Carta de 2025. Según Hamlin y sus socios, la operación de la familia France sofoca la competencia, y la demanda busca desafiar ese status quo. Para Hamlin, esto no se trata solo de una batalla legal, sino de transformar el deporte para mejor.
Aunque la demanda ha atraído atención, Hamlin se mantiene imperturbable. Reflexionó sobre su capacidad para prosperar bajo presión, señalando: «Siempre he sido uno de esos que no quiere estar consumido por esto 24 horas al día —el aspecto de conducir. Estaría agotado si compitiera tanto como Kyle Larson o Kyle Busch. Simplemente no es mi estilo.»
A pesar de los desafíos personales y profesionales que Hamlin ha enfrentado a lo largo de su carrera, insiste en que el caos lo impulsa. «No te equivoques, el competidor en mí—¿no crees que quiero salir aquí y ganar este fin de semana más que nadie? Eso es lo que me motiva,» declaró, subrayando que su deseo de ganar sigue intacto.
En cuanto a la demanda, Hamlin la ve como una oportunidad para el cambio en lugar de una interrupción. «Las reacciones que he escuchado sobre la demanda han sido positivas,» compartió, recordando un mensaje que su prometida Jordan Fish le envió haciendo referencia a Moneyball, sobre la primera persona que atraviesa la pared siempre saliendo «ensangrentada.» Él cree que esta demanda puede, en última instancia, llevar a una reforma positiva dentro de NASCAR.
Con Talladega a la vista y la presión de los playoffs aumentando, Hamlin está más decidido que nunca. «Odio perder,» dijo, reafirmando su compromiso de darlo todo a pesar del drama que lo rodea. El trabajo ha sido hecho de su parte, y ahora, Hamlin está dejando la batalla legal a su equipo mientras se enfoca en la tarea en cuestión—ganar un título de la NASCAR Cup Series.
Mientras el caos gira a su alrededor, una cosa está clara: Denny Hamlin está decidido a seguir adelante, tanto en la pista como en la reconfiguración del futuro de NASCAR.