El piloto de McLaren, Lando Norris, se dirige al fin de semana del Gran Premio de Sao Paulo en el circuito de Interlagos con sus aspiraciones al título pendiendo de un hilo, detrás de Max Verstappen de Red Bull por 47 puntos. Con solo cuatro rondas y un máximo de 120 puntos restantes en la temporada de F1 2024, Norris necesita superar al campeón mundial en tres ocasiones por un promedio de 12 puntos por carrera para mantenerse en la contienda. Mientras Verstappen es el gran favorito, la imprevisibilidad de esta temporada aún deja la puerta entreabierta para Norris.
Ferrari, en una racha ganadora y buscando su primer título de constructores desde 2008, podría jugar un papel crucial en interrumpir la marcha de Verstappen. Después de victorias consecutivas en las Américas, Carlos Sainz y Charles Leclerc de Ferrari podrían desafiar la dominancia de Red Bull y aumentar las posibilidades de Norris. “Estamos hablando del título con más frecuencia ahora,” admitió Sainz, recién salido de una actuación de pole a victoria en México.
Mientras tanto, las penalizaciones de Verstappen en el GP de México—dos sanciones de 10 segundos por maniobras agresivas contra Norris—han subrayado el enfoque de cero tolerancia de los comisarios, añadiendo otra complicación a la lucha por el título. Verstappen, reflexionando sobre sus dificultades en México, se mantiene optimista: “Sabemos que podemos hacerlo mejor, y estamos enfocados en hacerlo bien en Brasil.”
El formato de sprint de este fin de semana ofrece ocho puntos adicionales en juego, una categoría que Verstappen ha dominado, ganando las cuatro sprints anteriores. Pero el poderoso equipo de Red Bull puede no ser tan imparable como lo fue en su momento; rumores sobre un cambio de motor—y la penalización en la parrilla que podría conllevar—se ciernen sobre la cabeza de Verstappen. Sin embargo, con Interlagos conocido por su diseño amigable para los adelantamientos, tal revés podría ser minimizado.
Sergio Pérez, el compañero de equipo de Verstappen, enfrenta sus propias batallas, tanto dentro como fuera de la pista. Luchando con su forma y bajo presión, Pérez admitió: “México fue el fin de semana más decepcionante de mi temporada.” El jefe de Red Bull, Christian Horner, no ha confirmado su lugar en la parrilla después de Interlagos, añadiendo otra subtrama a la narrativa de carreras de Red Bull.
Y Mercedes no se rinde. Con Lewis Hamilton, ahora un brasileño honorario, ansioso por ofrecer un espectáculo para el público inspirado por su héroe de la infancia Ayrton Senna, el jefe del equipo, Toto Wolff, sigue siendo optimista. “Los Ferrari y McLaren han lucido fuertes, pero vamos a luchar por cada oportunidad,” dijo Wolff, mirando hacia una posible resurgencia en el rendimiento del fin de semana.
El GP de Brasil se perfila como uno de los eventos más intensos de la temporada, con las apuestas más altas que nunca y los equipos preparándose para darlo todo por el título. Las esperanzas de Norris pueden ser escasas, pero como la F1 ha demostrado una y otra vez, cualquier cosa puede pasar cuando las luces se apagan en Interlagos.