En un golpe sorprendente a las defensas de Israel, un ataque de dron de Hezbollah logró evadir la Cúpula de Hierro y detonó en un comedor en el campamento militar de Binyamina, matando a cuatro soldados israelíes de la élite Brigada Golani e hiriendo a más de 60 otros. Las FDI están buscando respuestas, lanzando una investigación para averiguar cómo este dron—un UAV de Hezbollah de movimiento lento—logró evadir el renombrado sistema de defensa de misiles de Israel sin activar alarmas de ataque aéreo.
La oficina de medios de Hezbollah emitió rápidamente una escalofriante declaración: “Los comedores de los soldados israelíes se han convertido en trampas mortales,” sugiriendo que lo peor podría estar por venir si Israel continúa lo que Hezbollah llama «agresión.» Este mensaje provocador, que llega tras una serie de ataques transfronterizos en aumento, ha dejado a los estrategas militares israelíes en un estado de urgencia mientras intentan descubrir el eslabón débil en la cobertura de la Cúpula de Hierro.
En respuesta, Israel ha amplificado sus contramedidas, con los Estados Unidos prometiendo recursos adicionales de defensa aérea para aumentar la protección en medio de temores de ataques más sofisticados a infraestructuras críticas. El incidente ha desencadenado discusiones en círculos militares sobre la adaptabilidad de las defensas actuales y si la Cúpula de Hierro, típicamente efectiva contra cohetes más rápidos y de corto alcance, podría enfrentar desafíos con drones más lentos y difíciles de detectar.
A medida que las fuerzas israelíes intensifican sus operaciones tanto en Líbano como en Gaza, el conflicto parece estar destinado a escalar aún más, con ambas partes señalando una disposición para una guerra prolongada e intensificada.