El regreso de Sergio Pérez en el Gran Premio de la Ciudad de México fue una pesadilla: una carrera empañada por penalizaciones, batallas de ida y vuelta, y un humillante P17 que ha dejado su futuro con Red Bull pendiendo de un hilo. Una vez fue una fuerza capaz de lograr victorias, Pérez ha visto su forma desmoronarse esta temporada, y ahora se encuentra en la mira de aficionados, críticos e incluso de la propia gestión de Red Bull.
En medio de las repercusiones post-carrera, el veterano de F1 Juan Pablo Montoya no se contuvo, expresando dudas sobre la permanencia de Pérez en Red Bull. Montoya dijo a InstantCasino.com: “Si yo fuera Red Bull, estaría presionándolo para que se retire de la F1”, llamando la atención sobre las repetidas luchas de Pérez bajo el foco. Pero Montoya también reconoció la situación contractual de Pérez: “Si soy Checo, diría: ‘Todavía tengo un año más en mi contrato. Aguantaré. Trabaja conmigo, no en mi contra.’”
Pérez, que una vez fue traído para estabilizar el equipo Red Bull y proporcionar un sólido segundo a Max Verstappen, se ha encontrado superado esta temporada. Verstappen, que actualmente lidera el campeonato con 362 puntos, ha dejado a Pérez rezagado en P8 con apenas 150 puntos, un contraste notable que subraya el dilema de Red Bull. Montoya continuó, criticando los errores críticos de Pérez: “Estaba demasiado adelante en la caja de la parrilla… Solo muestra cuánta presión está soportando Pérez.”
La tensión se intensificó con la llegada del nuevo talento de Red Bull, Liam Lawson. Lawson, reemplazando a Daniel Ricciardo, ha demostrado rápidamente su ambición—y su agresividad. En México, Lawson se enfrentó a Pérez de manera directa, desafiando al veterano y, en última instancia, provocando un momento acalorado que llevó a Lawson a mostrarle el dedo a Pérez. Mientras algunos aficionados aplaudieron la audacia de Lawson, Montoya emitió una advertencia contundente: “Lawson está tratando de probar un punto… pero esto no es F3. Lawson necesita aprender cuándo rendirse.” Montoya sugirió que los movimientos excesivos de Lawson casi le costaron a Red Bull puntos críticos en la carrera de constructores, destacando cómo los errores de un novato podrían tener serias consecuencias para el equipo.
Christian Horner de Red Bull supuestamente le dio a Lawson una reprimenda privada, reforzando la necesidad de autocontrol incluso frente a una competencia intensa. “Helmut [Marko] quiere que los pilotos sean agresivos… pero no puedes comportarte así,” agregó Montoya, señalando que la gestión de pilotos jóvenes de Red Bull podría estar quedando corta a medida que los nuevos pilotos se ajustan a las altas expectativas del equipo.
Pérez ahora se encuentra en una encrucijada. Con Lawson apuntando a su asiento y la paciencia de Red Bull agotándose, Pérez debe demostrar que aún tiene lo que se necesita. La carrera del prometedor mexicano en Red Bull está en juego, y las próximas carreras serán una prueba crítica—no solo para Pérez, sino para la filosofía de gestión de pilotos de Red Bull. Si Checo puede profundizar y encontrar su forma, o si la agresividad de Lawson le asegura un lugar a largo plazo, sigue siendo un misterio en este drama de alto riesgo en Red Bull Racing.