El paddock de la Fórmula 1 está lleno de acusaciones y controversias, y Red Bull se encuentra en el centro de todo. Ha estallado un acalorado debate sobre el llamado mecanismo «T-tray» del equipo, un ingenioso dispositivo que permite a Red Bull ajustar la altura del coche, lo que ha provocado la indignación de los rivales que acusan al equipo de torcer, o romper abiertamente, las reglas. Mientras McLaren lidera la carga cuestionando la legalidad del sistema, el asesor senior de Red Bull, Helmut Marko, insiste en que todo es solo humo y espejos—un intento de distraer de problemas más apremiantes dentro del deporte.
La innovación en cuestión, conocida como el T-tray o babero, ha sido parte del setup de Red Bull durante los últimos tres años. Según el jefe del equipo, Christian Horner, el mecanismo ha estado en su lugar mucho antes de que se convirtiera en un tema candente. Red Bull sostiene que el dispositivo se utiliza en cumplimiento con las regulaciones de la FIA, y niega vehementemente haber realizado ajustes al coche durante las condiciones de Parc Fermé, el período entre la clasificación y la carrera donde cualquier modificación está estrictamente prohibida.
A pesar de la postura de Red Bull, los rivales—particularmente McLaren—han aprovechado la controversia, etiquetándola como una ventaja ilegal. Zak Brown, CEO de McLaren, ha sido particularmente vocal, pidiendo un escrutinio más cercano del coche de Red Bull. Esto solo ha alimentado la ya intensa rivalidad entre los dos equipos, con ambos campeonatos de constructores y de pilotos en juego. El Max Verstappen de Red Bull lidera la clasificación, pero el Lando Norris de McLaren está a tiro, a solo 52 puntos de distancia con seis carreras restantes.
«Marko: ‘Todo es una distracción’»
Helmut Marko, nunca uno que se ande con rodeos, respondió a los críticos, particularmente a McLaren. Afirmó que el problema del T-tray ha sido exagerado, sugiriendo que es un intento deliberado de desviar la atención de los propios problemas de McLaren. Según Marko, la FIA estaba plenamente consciente del dispositivo, y no se impusieron sanciones, lo que prueba la inocencia de Red Bull.
«El sistema es perfectamente legal y era conocido por todos los equipos,» dijo Marko. «Ya habíamos informado a la FIA sobre ello, eso lo dice todo. No puedes cambiar el nivel de altura entre la clasificación y la carrera. Eso es lo principal, y no hay nada ilegal.»
Marko cree que el momento de la controversia no es una coincidencia, especialmente ahora que McLaren se encuentra bajo un creciente escrutinio tras sus propios desafíos técnicos, como el incidente del mini-DRS que fue prohibido después del Gran Premio de Bakú a principios de este año. Sugirió que el enfoque de McLaren en Red Bull es un movimiento calculado para distraer de sus propias luchas.
«No entiendo todo el alboroto al respecto. Tal vez alguien quiera desviar la atención de otros problemas,» comentó Marko, lanzando una indirecta bastante clara a McLaren.
«La FIA interviene—pero no encuentra irregularidades»
La FIA ha confirmado que está monitoreando la situación, pero, por ahora, no ve razón para preocuparse. Nikolas Tombazis, el director técnico de la FIA, minimizó el problema, afirmando que, aunque la organización está prestando mucha atención al asunto, hasta ahora no ha habido ninguna violación de las regulaciones.
«Creo que ciertamente no es una historia de ahora en adelante,» dijo Tombazis. «Creo que hemos hecho todo lo necesario para evitar que haya acusaciones.»
La FIA aclaró que el dispositivo T-tray es legal para su uso durante las sesiones de práctica, pero cualquier cambio realizado en él una vez que las reglas de Parc Fermé estén en efecto—comenzando después de la clasificación—resultará en penalizaciones inmediatas. Esta aclaración ha vuelto a poner el foco en McLaren, planteando preguntas sobre si su indignación es simplemente un movimiento estratégico en la batalla de alto riesgo por el campeonato.
«La Rivalidad se Intensifica»
Con la lucha por el campeonato entre Red Bull y McLaren calentándose, la controversia del T-tray solo ha añadido leña al fuego. McLaren, que trajo mejoras importantes al MCL38 para el Gran Premio de Estados Unidos, está ansioso por desafiar la dominación de Red Bull en la parrilla. Red Bull, por otro lado, está decidido a mantener su liderazgo, con Max Verstappen enfocado en asegurar su cuarto título consecutivo.
Las próximas carreras serán críticas, no solo para determinar al campeón, sino también para resolver la guerra de palabras en curso entre Red Bull y McLaren. A medida que ambos equipos continúan empujando los límites de las regulaciones técnicas, el papel de la FIA en supervisar y hacer cumplir estas reglas será más importante que nunca.
A medida que se asienta el polvo sobre la controversia del T-tray, una cosa es clara: la batalla por la supremacía en la Fórmula 1 está lejos de haber terminado. Con acusaciones volando y equipos rivales observando cada movimiento del otro, el drama fuera de la pista es casi tan intenso como la acción dentro de ella.