Las ambiciones militares de Corea del Norte están tomando un giro peligroso, con informes recientes que sugieren que el país está desarrollando drones militares equipados con misiles Hellfire estadounidenses de ingeniería inversa. El Brigadier General Patrick Costello reveló durante la conferencia de la Asociación del Ejército de los Estados Unidos 2024 que los nuevos drones de Pyongyang tienen un sorprendente parecido con modelos estadounidenses como el MQ-9 Reaper y el RQ-4 Global Hawk. Aún más alarmante es su armamento: copias del misil AGM-114 Hellfire, un misil aire-tierra clave utilizado por el ejército de EE. UU.
Corea del Norte ha dejado claro su intención de mejorar sus capacidades de drones, produciendo vehículos aéreos no tripulados (VANT) de tamaño pequeño a mediano que pesan alrededor de 600 kilogramos, con capacidades multirrol. En julio de 2023, Corea del Norte presentó dos drones en un desfile militar, donde las imágenes de los medios estatales mostraron uno disparando un misil que imitaba de cerca al Hellfire. Estos desarrollos están alarmando a los funcionarios militares estadounidenses, especialmente dada la creciente tensión geopolítica en la región.
Temores de Espionaje y Ingeniería Inversa
La comunidad de inteligencia de EE. UU. sospecha que la tecnología de drones de Corea del Norte, particularmente sus copias del Hellfire, podría haberse adquirido a través de espionaje o recuperando componentes de zonas de conflicto. Con Pyongyang mostrando una creciente cooperación con Rusia, estas tecnologías podrían encontrar su camino hacia el arsenal militar de Moscú, especialmente a medida que la guerra en Ucrania se prolonga.
El agresivo impulso de Corea del Norte para mejorar sus capacidades de drones plantea serias preocupaciones en los EE. UU. y naciones aliadas. El General Costello señaló que los recientes conflictos, particularmente la guerra en Ucrania, han acelerado el uso de drones en combate, convirtiéndolos en un elemento central de la estrategia militar moderna.
EE. UU. Se Apresura a Fortalecer las Defensas Contra Drones
A medida que los drones se convierten en un elemento fijo en las operaciones militares globales, EE. UU. se está moviendo rápidamente para fortalecer sus defensas contra estas amenazas emergentes. El Pentágono ha solicitado un presupuesto de $2.4 mil millones para sistemas aéreos no tripulados en 2025, mientras que varias ramas de las fuerzas armadas de EE. UU. han buscado financiamiento adicional para tecnologías de contra-drones. Solo este año, el Departamento de Defensa tiene una solicitud no financiada de $741 millones para dichos sistemas.
En el sector privado, empresas como Anduril, liderada por Palmer Luckey, ya están asegurando contratos multimillonarios para proporcionar tecnologías avanzadas de contra-drones a las fuerzas estadounidenses. Recientemente, Anduril recibió $250 millones por 500 drones reutilizables y sistemas de interferencia, una clara señal de la creciente carrera armamentista en sistemas no tripulados.
Ramificaciones Estratégicas para el Indo-Pacífico
Aunque los drones norcoreanos pueden no igualar aún la sofisticación de sus contrapartes estadounidenses, su creciente presencia en la región del Indo-Pacífico representa una amenaza estratégica significativa. Los funcionarios de defensa de EE. UU. están cada vez más preocupados por cómo estos drones—acompañados de sistemas de misiles como el Hellfire de ingeniería inversa—podrían alterar el equilibrio de poder. La colaboración de Corea del Norte con Rusia y su capacidad para compartir estas tecnologías con otros actores, como Irán o grupos militantes como Hamas, aumentan aún más estos riesgos.
De hecho, han surgido informes que sugieren que armas norcoreanas fueron utilizadas en los ataques del 7 de octubre de 2024 por parte de Hamas, alimentando las preocupaciones de que tecnologías militares fabricadas en EE. UU.—o inspiradas en EE. UU.—están ahora en manos de entidades hostiles.
Los Avances Militares Más Amplios de Corea del Norte
Más allá de los drones, Corea del Norte ha realizado avances significativos en tecnología de misiles. En enero de 2024, Pyongyang probó con éxito un misil balístico de medio alcance (IRBM) de combustible sólido con una ojiva hipersónica, capaz de alcanzar las bases de EE. UU. en Guam. Los misiles hipersónicos, que viajan a cinco veces la velocidad del sonido, representan un desafío considerable para los sistemas de defensa, haciéndolos más difíciles de interceptar que los misiles balísticos tradicionales.
Esta rápida modernización del ejército de Corea del Norte se produce en un momento de tensiones elevadas en la península coreana. Pyongyang ha solicitado recientemente enmiendas constitucionales que desafían el estatus de Corea del Sur como un estado separado, señalando una postura cada vez más agresiva. Aunque Corea del Norte insiste en que no busca la guerra, ha declarado que no se apartará del conflicto si es necesario, aumentando aún más las apuestas en una región ya volátil.
Conclusión
A medida que Corea del Norte acelera su programa de drones militares y desarrolla misiles basados en tecnologías de EE. UU. obtenidas por ingeniería inversa, EE. UU. y sus aliados enfrentan una nueva y evolutiva amenaza en el Indo-Pacífico. EE. UU. está intensificando los esfuerzos para reforzar sus defensas contra drones, pero los avances tecnológicos de Corea del Norte podrían alterar significativamente la naturaleza del conflicto en la región. Con posibles asociaciones entre Pyongyang y Moscú fortaleciéndose, las implicaciones del desarrollo de drones y misiles de Corea del Norte son de gran alcance, exigiendo un examen minucioso y una acción rápida.