En un giro mortal de los acontecimientos, Yahya Sinwar, el despiadado comandante de Hamas responsable de orquestar la masacre del 7 de octubre de 1,200 personas, ha sido asesinado por las fuerzas israelíes en un ataque de precisión en Gaza. Pero incluso en la muerte, la sombra de Sinwar se cierne sobre nosotros, con informes escalofriantes que sugieren que pudo haber dejado órdenes para que Hamas continuara la guerra—e incluso ejecutara rehenes—si llegara a ser asesinado.
Las fuerzas militares israelíes confirmaron que Sinwar, durante mucho tiempo un objetivo de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), fue eliminado la semana pasada durante una incursión en Rafah. Imágenes de su cuerpo sin vida, supuestamente encontrado con graves heridas en la cabeza y lleno de esquirlas, han circulado en línea, mostrándolo desplomado en un edificio bombardeado donde hizo su última resistencia.
La muerte de Sinwar marca un momento crucial en el conflicto en curso, pero los expertos temen que podría desencadenar una escalada mortal. Fuentes cercanas a Hamas afirman que Sinwar pudo haber dejado un mensaje perturbador: una directiva a sus combatientes para continuar su sangrienta campaña contra Israel y rechazar cualquier intento de alto el fuego. El jefe terrorista también supuestamente nombró nuevos líderes dentro de Hamas para asegurar una transición de poder sin problemas en caso de su fallecimiento, lo que podría prolongar aún más la violencia.
Quizás lo más alarmante es la sugerencia de que Sinwar, quien mantenía a 250 rehenes en Gaza, pudo haber ordenado su ejecución tras su muerte. El principal negociador Gershon Baskin, quien había supervisado previamente la liberación de Sinwar de una prisión israelí en 2011, describió su muerte como un «momento de condena», citando la larga animosidad del jefe terrorista hacia Israel y su disposición a utilizar rehenes como palanca.
«El regreso de los inocentes rehenes ahora depende únicamente de la capacidad de Israel para llegar a un acuerdo de rehenes o rescatarlos», advirtió Baskin, poniendo en duda las perspectivas de una resolución pacífica.
Tras la muerte de Sinwar, Hamas no ha mostrado signos de retroceder. En cambio, el grupo terrorista rechazó una oferta del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu para rendirse y liberar a todos los rehenes. Mientras tanto, fuentes afirman que el hermano de Sinwar, Muhammad, está a punto de asumir el control del ala militar de Hamas. Al igual que su hermano, Muhammad es conocido por su postura radical, y los funcionarios israelíes temen que su liderazgo pueda llevar a aún más violencia.
A medida que Israel continúa su campaña militar en Gaza, la pérdida de Sinwar puede haber intensificado aún más el conflicto. Con temores de ejecuciones de rehenes y los extremistas de Hamas prometiendo continuar su lucha, la situación sigue siendo tan volátil como siempre.