Charles Leclerc sigue siendo optimista, aunque realista, sobre sus escasas posibilidades de ganar el Campeonato de Pilotos de Fórmula 1 esta temporada. Después de un contundente uno-dos de Ferrari en el Gran Premio de Estados Unidos, Leclerc redujo la diferencia con Max Verstappen a 79 puntos, con 146 aún en juego. Aunque el piloto monegasco sabe que las probabilidades están en su contra, se niega a rendirse por completo, aunque su enfoque se ha desplazado hacia un objetivo más alcanzable: asegurar el Campeonato de Constructores para Ferrari.
“Nunca digas nunca”, comentó Leclerc cuando se le preguntó sobre sus esperanzas de campeonato. Sin embargo, reconoció que, aunque un final perfecto de temporada podría mantener vivo su sueño, necesitará más que solo una conducción impecable para superar a Verstappen. “Incluso si hacemos todo perfecto, siento que requerirá un poco de suerte… realmente no podemos depender de la suerte”, admitió Leclerc, enfatizando que sus posibilidades de título están lejos de ser probables.
Sin embargo, el verdadero objetivo de Ferrari está al alcance. El equipo italiano está a solo 48 puntos de McLaren y a ocho de Red Bull en el Campeonato de Constructores, lo que establece una feroz batalla por el segundo lugar. Con solo cinco carreras restantes, Leclerc está dirigiendo su enfoque hacia la entrega de resultados consistentes para ayudar a Ferrari a terminar la temporada con fuerza.
“Tenemos que apuntar a ganar el título de Constructores”, dijo Leclerc, claramente decidido. “Es un objetivo optimista, pero para eso estamos aquí. Haremos los cálculos al final de la temporada.”
Ferrari ha estado en racha con cuatro actuaciones sólidas en diferentes circuitos, demostrando su potencial para desafiar a sus rivales en las etapas finales de la temporada. La creencia de Leclerc en la capacidad de Ferrari para mantener este impulso muestra que el equipo no solo busca terminar fuerte, sino que persigue la gloria.
Con Leclerc liderando la carga, los ojos de Ferrari están firmemente puestos en el Campeonato de Constructores, pero hasta que ondee la última bandera a cuadros, mantendrá vivas sus tenues esperanzas de título de Pilotos. Después de todo, como él dijo, “Nunca digas nunca.”