En una revancha de la Serie Mundial que los aficionados han esperado durante 43 años, el Juego 1 entre los Los Angeles Dodgers y los New York Yankees ofreció un enfrentamiento para la historia. La estrella de los Dodgers, Freddie Freeman, sorprendió a los Yankees—y a sus aficionados—al conectar el primer grand slam walk-off en la historia de la Serie Mundial, un hit dramático que selló una victoria de 6-3 en la décima entrada. El resultado dejó a los Yankees y al manager Aaron Boone enfrentando una intensa reacción negativa tras una controvertida decisión en la parte final del juego de caminar intencionalmente a Mookie Betts y lanzar a Freeman. La jugada fue descrita como “morónica” por aficionados y analistas frustrados, lo que provocó reacciones acaloradas en las redes sociales.
El abarrotado Dodger Stadium, con 52,394 aficionados rugiendo, estalló cuando Freeman lanzó una recta a las gradas, asegurando la victoria con una poderosa demostración de resiliencia y habilidad a pesar de jugar con una lesión en el tobillo. El hit fue rápidamente comparado con el icónico jonrón walk-off de Kirk Gibson en la Serie Mundial de 1988. Después de recorrer las bases, Freeman dedicó el momento a su padre, diciendo: “Solo estaba gritando en su cara. Lo siento, papá. Ha estado ahí desde que era un niño pequeño, lanzándome prácticas de bateo todos los días.”
La Decisión de Boone de Caminar a Betts Sorprende a los Aficionados
Los Yankees mantenían una estrecha ventaja de 3-2 al entrar en la parte baja de la décima, después de que Jazz Chisholm Jr. robara dos bases y anotara con un out de Anthony Volpe para poner a Nueva York al frente. Pero los Dodgers respondieron, llenando las bases y estableciendo un momento crucial cuando Boone, de manera controvertida, decidió traer al abridor Nestor Cortes, quien no había lanzado en seis semanas debido a una lesión en el codo. Cortes otorgó un boleto intencional a Betts, uno de los mejores del béisbol, para enfrentar a Freeman—un enfoque que los aficionados cuestionaron ampliamente.
En cuestión de momentos, el plan salió mal cuando Freeman conectó un fuerte batazo a la primera bola rápida interior de Cortes, llevando a los aficionados de los Dodgers a la locura y a los seguidores de los Yankees a la incredulidad. Las redes sociales explotaron con críticas, con un aficionado escribiendo: “Este tipo necesita ser despedido, hombre. Nestor estuvo en el sofá durante el último mes, ¿pero te gusta el emparejamiento?” Otro se burló de la lógica de Boone, diciendo: “Traje a un no relevista que no había lanzado en cinco semanas para enfrentar a bateadores del Salón de la Fama en apariciones al plato de alta presión de la Serie Mundial. AMA.”
Incluso el ex Yankee Cameron Maybin cuestionó la decisión, publicando: “Eso es pensar demasiado… ¡deja a Gleyber en el juego!”
Juego 1: Un épico duelo en entradas extras
El juego fue un verdadero testimonio del talento de ambos equipos, cada uno golpeando por golpe en una batalla de alta energía que mantuvo a los aficionados al borde de sus asientos. Las tensiones aumentaron en la 10ª entrada cuando Jazz Chisholm Jr., conocido por su atrevido juego de bases, conectó un sencillo contra el cerrador de los Dodgers, Blake Treinen, y procedió a robar segunda y tercera. Después de un boleto intencional a Anthony Rizzo, Chisholm anotó en la elección del fildeador de Volpe, dando a los Yankees una breve ventaja.
Pero los Dodgers se reagruparon, con Gavin Lux recibiendo un boleto y avanzando a segunda en un sencillo de infield de Tommy Edman, quien esquivó un esfuerzo de buceo del infielder de los Yankees, Oswaldo Cabrera. Con ambos corredores ahora en posición de anotar, la decisión de Boone de traer a Cortes finalmente preparó el escenario para el grand slam que ganó el juego para Freeman.
Noche Histórica Establece Altas Apuestas para el Juego 2
El partido inaugural, ya el tercero consecutivo de la Serie Mundial en llegar a entradas extra, estableció un tenso precedente para la serie que se avecina. La decisión de Boone de confiar en Cortes— a pesar de la falta de juego reciente del abridor y su limitada condición física—ha puesto un foco brillante en su estrategia, que muchos sienten que jugó directamente en manos de los Dodgers. La impresionante y acrobática atrapada del jardinero izquierdo Alex Verdugo en el elevado foul de Shohei Ohtani fue opacada por el triunfo de Freeman, ya que la zambullida de Verdugo en las gradas dejó a ambos corredores de los Dodgers avanzando.
Para Boone y los Yankees, esta derrota deja muchas preguntas por responder antes del Juego 2. La intensa reacción en las redes sociales refleja la frustración de los aficionados de Nueva York, que ahora temen una repetición de la serie de 2020, cuando las decisiones clave en el montículo resultaron costosas. ¿Puede Boone sacudirse la crítica y guiar a los Yankees hacia una remontada, o su controvertida decisión definirá esta Serie Mundial? Con las apuestas ya por las nubes, el Juego 2 promete más momentos de tensión en un concurso que ambos equipos parecen decididos a llevar hasta el final.