A medida que Shohei Ohtani fija su mirada en el triunfo de la Serie Mundial con los Dodgers, una sombra de escándalo se cierne sobre la mayor estrella del béisbol. En un giro sorprendente, el antiguo intérprete de Ohtani, Ippei Mizuhara, fue declarado culpable de robar $17 millones del fenómeno japonés para financiar una asombrosa racha de apuestas de $180 millones. La participación de Mizuhara, que incluye más de 19,000 apuestas, sacudió el círculo íntimo de Ohtani, sembrando dudas y especulaciones. Mientras los Dodgers miran hacia adelante, la batalla de Ohtani contra la traición subraya un año turbulento para la superestrella.