En un movimiento audaz, Israel ha intensificado su ofensiva contra Hezbollah, destacando el fracaso de la Resolución 1701 de la ONU, que tiene casi 20 años. Originalmente diseñada para estabilizar Líbano desarmando a Hezbollah y manteniendo al ejército libanés en alta alerta en la frontera con Israel, la resolución ha caído en gran medida en el olvido. El crecimiento descontrolado de Hezbollah y sus continuos ataques a Israel demuestran cuán ineficaz ha sido la supervisión y el mantenimiento de la paz de la ONU para prevenir más conflictos. Mientras tanto, el Secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, ha instado a Líbano a cumplir con los términos de la resolución y alejar a Hezbollah de la frontera.
La incapacidad de la Fuerza Provisional de la ONU en Líbano (UNIFIL) para usar la fuerza contra Hezbollah, junto con la inacción del gobierno libanés, ha permitido que el grupo prospere en el panorama político y militar de Líbano. Hezbollah, operando como un estado de facto dentro de un estado y respaldado por Irán, ha ganado suficiente influencia para desafiar directamente a Israel desde las fronteras de Líbano. Recientemente, los ataques aéreos israelíes han apuntado a puestos avanzados e infraestructura de Hezbollah en el sur de Líbano, mostrando la frustración de Israel con lo que considera años de inacción por parte de la ONU y Líbano.
Los líderes de EE. UU. y de la ONU ahora están apresurándose a resucitar los términos de la Resolución 1701, impulsando esfuerzos renovados para desmilitarizar el sur de Líbano. Sin embargo, con el control de Hezbollah sobre la sociedad libanesa, incluyendo escaños en el Parlamento y alianzas políticas profundamente arraigadas, el desarme sigue siendo un objetivo difícil. Los llamados del Primer Ministro libanés, Najib Mikati, a un regreso a los principios de la 1701 enfrentan escepticismo, ya que incluso el ejército de Líbano lucha por contener la influencia de Hezbollah.
Los últimos ataques de Israel, y su campaña más amplia, subrayan su disposición a actuar unilateralmente contra Hezbollah si la ONU no logra hacer cumplir la resolución. Con la presión en aumento, la pregunta sigue siendo si Líbano y la ONU pueden desmantelar el control de Hezbollah o si Israel continuará liderando la carga.