En una nueva controversia electoral, una cuenta de redes sociales pro-Kamala Harris enfrenta reacciones negativas tras publicar un clip editado de manera selectiva de Donald Trump, supuestamente burlándose de la aparición de Beyoncé en el mitin para la vicepresidenta. El video viral, que fue compartido ampliamente entre los partidarios de Harris, parece mostrar a Trump despreciando el fracaso de la importante aprobación. Pero los críticos rápidamente expusieron que el video eliminó un contexto crucial, llevando a muchos a acusar al equipo de Harris de manipular el mensaje de Trump para presentarlo de una manera más despectiva.
El incidente ha encendido una tormenta en las redes sociales, con opositores criticando la edición como “engañosa” e incluso algunos demócratas llamándola “innecesariamente divisiva” en un ciclo electoral ya de alta tensión. El clip—destinado a resaltar lo que la campaña consideraba el desdén de Trump hacia el mitin de Harris y la no actuación de Beyoncé—presuntamente omitió secciones en las que Trump estaba haciendo puntos más amplios sobre las aprobaciones de celebridades políticas y el enfoque en la imagen sobre la sustancia.
A pesar de los llamados a una disculpa, la cuenta que apoya a Harris eliminó el video pero se abstuvo de emitir una corrección, alimentando aún más la indignación. El incidente destaca el margen extremadamente estrecho para el error en un panorama político donde la influencia de las redes sociales reina suprema y cualquier paso en falso puede desatar acusaciones de “noticias falsas” y desinformación.
Con ambas campañas ahora enfrentando presión para frenar los mensajes manipulativos, este último tropiezo subraya las altas apuestas de la construcción de imágenes políticas y las posibles trampas de las narrativas impulsadas por las redes sociales. A medida que ambos partidos luchan por la credibilidad en la recta final, esta controversia de edición sirve como un recordatorio: en política, cada palabra—y cada edición—cuenta.