La comunidad golfística se ha encontrado en el camino de la devastación tras el huracán Helene, con influencers como Karin Hart levantándose para ayudar a los afectados. Conocida como una contraparte en ascenso de la reina de las redes sociales del golf, Paige Spiranac, Hart ha cambiado su contenido habitual centrado en el golf para documentar las secuelas de la tormenta en Florida. En su Instagram, compartió escenas inquietantes de su recorrido por Sunshine City, revelando “vistas devastadoras” que reflejan el inmenso daño dejado por Helene. En un esfuerzo por ayudar a los afectados, anunció una recaudación de fondos para los esfuerzos de alivio, con un poderoso mensaje: “Comunidad > Todo.”
En un video de seguimiento, Hart se unió a un equipo de voluntarios limpiando escombros de un edificio dañado, subrayando su compromiso de apoyar a su comunidad. Sus esfuerzos han sido ampliamente apreciados por sus fans, sumando a la influencia que ha construido al compartir no solo su amor por el golf, sino también un espíritu de solidaridad en tiempos de crisis.
Mientras tanto, el golfista profesional John Daly, un residente de Florida desde hace mucho tiempo, enfrentó una pérdida desgarradora. Viviendo en Clearwater Beach cerca de Tampa, Daly se vio obligado a evacuar el 27 de septiembre, y su casa en Alford fue destruida por la brutal fuerza de la tormenta. “Solo estoy contento de que todos estén sanos, eso es lo principal,” dijo Daly al PGA Tour. Aunque agradecido por su seguridad y la de sus seres queridos, Daly transmitió el inmenso costo de la tormenta, que también reclamó varias casas de sus amigos y familiares. “Vives en Florida, tienes que entender que eso va a pasar, pero no así. No pensé que sería tan malo,” reflexionó.
El impacto del huracán Helene ha resonado profundamente, no solo entre los locales, sino también dentro de la comunidad del golf. Con figuras como Hart movilizando apoyo y Daly compartiendo su historia de resiliencia, el mundo del golf ha demostrado su fortaleza en medio de la tragedia, probando que el espíritu comunitario es, de hecho, mayor que cualquier tormenta. A medida que Florida comienza a reconstruirse, tanto los jugadores como los aficionados se enfrentan a las consecuencias de la tormenta en sus vidas y hogares, un recordatorio del poder de la naturaleza y la unidad que a menudo inspira.